
La belladona es extremadamente tóxica para humanos, gatos, perros y caballos. De ninguna manera debe plantarlo en su jardín. Debido a que la planta ha escapado de sus áreas nativas en Eurasia y se ha naturalizado en otras partes del mundo, es importante poder identificarla. En los Estados Unidos, la belladona se ha encontrado en varios estados, incluidos Nueva York, Michigan, California, Oregón y Washington. A menudo crece en terrenos baldíos y áreas con suelos alterados, como vertederos y canteras, pero también a lo largo de los bordes de las carreteras.
El nombre botánico del género revela cuán mortal es la planta. Atropa fue nombrada a mediados de la década de 1700 en honor a Atropos, la diosa griega que, como una de las tres diosas del destino y el destino, sostiene las tijeras para cortar el hilo de la vida. El nombre común y el nombre de la especie, belladona, proviene de la palabra italiana para mujer hermosa, “bella donna”. Las damas de la corte veneciana usaban gotas para los ojos hechas de belladona para dilatar sus pupilas, visto como un signo de especial belleza en ese momento.
Nombre botánico | Atropa bella-donna |
Nombre común | Belladonna, belladona mortal |
Tipo de planta | Perenne |
Tamaño maduro | Tres a cuatro pies de altura y ancho |
Exposición al sol | Pleno sol, sombra parcial |
Tiempo de floración | De junio a principios de septiembre |
Color de la flor | Morado / lavanda |
Área nativa | Inglaterra a través del centro y sur de Europa, del norte de África a Irán |
Toxicidad de la belladona
Todas las partes de la planta (hojas, flores, frutos y raíces) son altamente tóxicas, no solo cuando se ingieren, sino también cuando las toxinas ingresan al cuerpo a través de heridas abiertas, cortes o abrasiones. En pieles sanas, el contacto con cualquier parte de la planta puede provocar reacciones alérgicas graves.
Belladonna contiene alcaloides de tropano tóxicos como atropina, escopolamina e hiosciamina. Los síntomas de la intoxicación por belladona son pupilas dilatadas, taquicardia, delirio, vómitos, alucinaciones e insuficiencia respiratoria que conduce a la muerte.
Debido a su leve parecido con las bayas comestibles silvestres, como los arándanos y las moras, la fruta de color negro violáceo y sabor dulce de la belladona presenta un riesgo particular de ser ingerida. Tan solo dos bayas para un niño y diez bayas para un adulto pueden ser letales.
La belladona también es altamente tóxica y letal para perros, gatos, caballos y otros animales domésticos. No es tóxico para pájaros y otros animales.



La miel de belladona también es tóxica.
Cuando las abejas se alimentan de belladona, la miel que producen puede contener cantidades significativas de atropina, lo que también hace que la miel sea venenosa.
Identificando Belladonna
La belladona es una planta perenne vertical y ramificada de la familia de las solanáceas. Las hojas de color verde oscuro son ovaladas, puntiagudas y de tamaño desigual, que van de tres a diez pulgadas de largo. La planta tiene hojas alternas simples.
Las flores de color púrpura opaco, que aparecen como flores individuales en las axilas de las hojas, tienen una forma de campana distintiva y una fragancia leve. La fruta, que madura entre finales de agosto y septiembre, es negra y brillante como una cereza.
La belladona se propaga rápidamente como una mala hierba y muere durante el invierno. En la primavera, volverá a crecer a partir de sus raíces gruesas y carnosas.
Si ha identificado positivamente la belladona en su jardín, tome todas las precauciones necesarias para evitar el contacto con la piel y deseche de manera segura toda la planta, incluidas sus raíces, en la basura.
Usos de la belladona en la historia
Debido a sus propiedades altamente tóxicas, la belladona se ha utilizado deliberadamente como arma y veneno a lo largo de la historia. Los romanos contaminaron con él las reservas de alimentos de sus enemigos. En 1030, el rey escocés Duncan lo usó para derrotar a los daneses sin el uso de la fuerza, dándoles belladona para beber e induciéndoles el coma, una historia que inspiró a Shakespeare. Macbeth.
En la Segunda Guerra Mundial, se administró sulfato de atropina como antídoto del gas nervioso y se le dio a las tropas para que pudieran inyectarse en caso de un ataque.
Hasta principios y mediados del siglo XX, la belladona se usaba para tratar una variedad de afecciones que incluían neuralgia, reumatismo crónico, dolor muscular y de espalda y tuberculosis pulmonar.
Usos de la belladona en la actualidad
En optometría y oftalmología, la atropina derivada de la belladona se usa para dilatar las pupilas de un paciente para exámenes oculares y cirugía.
Si bien la belladona no está regulada por la FDA, es un ingrediente activo en muchos remedios homeopáticos como lociones, apósitos y ungüentos para aliviar el dolor y para tratar la enfermedad inflamatoria intestinal, el asma y otras afecciones.